jueves, 12 de marzo de 2009

"Reza como si todo dependiera de Dios, trabaja como si todo dependiera de ti" (S. Agustín)

Que Barack Obama es un presidente atípico por muchos aspectos lo sabemos todos, pero quizás no tantos conocemos su gran espiritualidad. El primer afroamericano presidente de los Estados Unidos de América, hijo de un padre musulmán ateo, una madre agnóstica y nieto de metodistas, organizó hace unos días un desayuno con periodistas para celebrar juntos una oración. Escuchar su testimonio como presidente me parece de una valentía y una moralidad que tristemente sería utópica imaginar en nuestro país o incluso en la mayoría de las presidencias del mundo. A continuación os dejo la traducción de esta lúcida reflexión sobre la fe:

Afirmaciones del Presidente Barack Obama

Desayuno Nacional de la Oración

Jueves, Febrero 5, 2009

Washington, DC


Buenos días. Quiero agradecer a los organizadores de este desayuno, los Representantes Heath Shuler y Vernon Ehlers. También quisiera agradecer a Tony Blair por venir hoy, así como a nuestro Vicepresidente, Joe Biden, a miembros de mi Gabinete, miembros del Congreso, clérigos, amigos y dignatarios de diversas partes del mundo.


Michelle y Yo nos sentimos honrados al compartir con ustedes nuestra plegaria de esta mañana. Sé que este desayuno tiene una larga historia en Washington, y como la fe ha sido siempre una fuerza orientadora en nuestra vida familiar, nos sentimos como en casa, y esperamos mantener esta tradición activa durante el tiempo en que estemos aquí.

Es una tradición que según me han dicho, comenzó en la ciudad de Seattle. Transcurría el momento culminante de la Gran Depresión, y la mayoría de la gente se encontraba sin trabajo. Muchos cayeron en la pobreza. Algunos lo perdieron todo.

Los líderes de cierta comunidad hicieron todo lo posible por aquellos que estaban sufriendo en aquel lugar. Y luego decidieron hacer algo más: comenzaron a rezar. Independientemente de cual fuera la parcialidad o afiliación religiosa a la que perteneciera cada uno. Simplemente se reunieron una mañana como hermanos y hermanas para compartir una comida y para hablar con Dios.

Esos desayunos rápidamente se diseminaron por todo Seattle, y luego por distintas ciudades y pueblos a través de América, hasta llegar a Washington. Y poco tiempo después que el Presidente Eisenhower pidiera a un grupo de Senadores si podían acompañarlo en su desayuno de oración, se convirtieron en un evento nacional. En el momento actual, al ver aquí presidentes y dignatarios de todas partes del mundo, se me hace evidente que esta es una de las raras ocasiones que aún es capaz de reunir a gran parte del mundo en un momento de paz y buena voluntad.

Cuento esta historia porque con demasiada frecuencia hemos visto que se utiliza la fe como herramienta para dividir a unos de otros; como una excusa para el prejuicio y la intolerancia. Se han emprendido guerras. Se han ejecutado inocentes. A lo largo de los siglos, religiones enteras han sido perseguidas, siempre en el nombre de lo que se cree correcto.

Sin duda la misma naturaleza de la fe muestra que nuestras creencias nunca serán iguales. Leemos diferentes libros. Seguimos diferentes mandatos. Estamos suscriptos a diferentes relatos acerca de cómo fue que llegamos aquí, y adonde iremos luego, - y algunos no profesan absolutamente fe alguna.


Pero independientemente de aquello en que elijamos creer, recordemos que no existe ninguna religión cuyo credo central sea el odio. No existe Dios que consienta la eliminación de seres humanos inocentes. Esto lo sabemos muy bien.

Sabemos también que a pesar de nuestras diferencias, hay una ley que vincula a las grandes religiones. Jesús nos dijo “ama a tu prójimo como a ti mismo”. La Torah ordena: “aquello que sea malo para ti, no lo hagas a tus semejantes”. En el Islam, hay una enseñanza que afirma: “ninguno cree realmente hasta que desea para su hermano lo mismo que desea para si”. Y lo mismo vale para los Budistas, los Hinduistas, los seguidores de Confucio y para los humanistas. Es, por supuesto, la Regla de Oro – la propuesta que nos invita a amarnos, a entendernos, a tratar con dignidad y respeto a todos aquellos con quienes compartimos un breve momento en esta tierra.

Es una regla antigua, una regla simple, pero también uno de los mayores desafíos. Porque pide de cada uno de nosotros que tomemos responsabilidad por el bienestar de gente que tal vez no conocemos ni admiramos y con quienes tal vez no coincidimos en todo. A veces, nos pide que nos reconciliemos con acérrimos enemigos, o que resolvamos viejas disputas. Y eso requiere una fe activa, vital, y fervorosa. Requiere no sólo que creamos, sino que actuemos – para dar algo de nosotros para beneficio de otros y la construcción de un mundo mejor.


De este modo, la fe particular que nos motiva puede promover un bien mayor para todos. En lugar de separarnos, nuestras variadas creencias pueden unirnos en la intención de alimentar al hambriento y confortar al afligido; en la intención de llevar paz donde hay conflicto y reconstruir lo que ha sido roto; para levantar a aquellos que han caído en un tiempo de dificultad. Esta no es sólo nuestra obligación como personas de fe, sino también como ciudadanos de América, y será el propósito de la Oficina de la Casa Blanca para Asociaciones Religiosas y Vecinales, que anunciaré más adelante en el día de hoy.


El objetivo de esta oficina no será otorgar beneficios a favor de un grupo religioso sobre otros – ni tampoco el beneficio de grupos religiosos sobre aquellos que no lo son. Será simplemente el de facilitar el trabajo de aquellas organizaciones que trabajan para el beneficio de nuestras comunidades, y hacer eso sin borrar la línea que nuestros fundadores sabiamente trazaron entre iglesia y estado. Este trabajo es importante, porque ya se trate de un grupo que asesora a familias amenazadas por el desalojo, o de grupos de fe que proveen capacitación laboral a quienes están desempleados, pocos se encuentran tan cerca de lo que ocurre en las calles y vecindarios que estas organizaciones. La gente confía en ellas. Las comunidades creen en ellas. Y nosotros las vamos a ayudar.


Trataremos también de alcanzar a lideres y estudiantes en todo el mundo para cultivar un diálogo pacífico y productivo en torno al tema de la fe. No espero que las diferencias desaparezcan de la noche a la mañana, ni tampoco creo que las antiguas perspectivas y los conflictos vayan a evaporarse repentinamente. Pero sí creo que si podemos hablar con el otro abierta y honestamente, tal vez las viejas grietas comenzarán a ser reparadas, y nuevas sociedades comenzarán a emerger. En un mundo que se hace más pequeño cada día, tal vez podamos ir dejando afuera a las destructivas fuerzas del fanatismo, haciendo lugar para el sano poder del mutuo entendimiento.

Esta es mi esperanza. Esta es mi plegaria.


Creo que este beneficio es posible porque mi fe me dice que todo es posible, pero también creo en base a lo que he visto y he vivido.

No me crié en una casa particularmente religiosa. Tuve un padre que nació Musulmán pero se volvió ateo, abuelos Metodistas y Bautistas no practicantes, y una madre que no creía en la religión organizada, a pesar de ser la más bondadosa y espiritual persona que jamás he conocido. De niño ella me enseño a amar y a comprender, y a tratar a otros como quisiera que me trataran a mi.


No me convertí en Cristiano sino muchos años después, cuando me trasladé a la Zona Sur de Chicago luego de la secundaria. No fue por adoctrinamiento ni por una súbita revelación, sino porque pasé mes tras mes trabajando con gente de la iglesia que simplemente quería ayudar a los vecinos que estaban pasando por un mal momento – sin tomar en cuenta qué aspecto tenían, o de dónde venían, o a quién dirigían sus oraciones. Fue en esas calles, en esos vecindarios, donde por primera vez sentí el espíritu de Dios llamándome. Fue allí donde me sentí llamado para un propósito superior – Su propósito.


En diferentes caminos y de diferentes formas, es ese espíritu y esa sensación de propósito lo que guió a los amigos y vecinos de aquel primer desayuno de oración en Seattle, hace tanto tiempo, en otro período de prueba para nuestra nación. Es lo guía a amigos y vecinos de tantas naciones y confesiones hacia aquí el día de hoy. Venimos a compartir el pan y a dar gracias y a buscar orientación, pero también a fortalecer nuestra dedicación a la misión de amor y servicio que yace en el corazón de toda la humanidad. Como San Agustín dijo una vez: “Reza como si todo dependiera de Dios. Trabaja como si todo dependiera de ti”.

Así que recemos juntos esta mañana de Febrero, pero trabajemos juntos también todos los días y meses que tenemos por delante. Porque es sólo a través de la lucha y el esfuerzo común como hermanas y hermanos, que cumpliremos nuestros mayores destinos como criaturas amadas de Dios. Les pido que se unan a mi en ese esfuerzo, y también les pido que recen por mi, por mi familia, y por la continua perfección de nuestra unión. Gracias

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues la verdad, Xisco, a mí Obama me parece bastante hipócrita. No entiendo a qué viene tanta euforia con él por parte de todo el mundo. De Dios hablan todos los presidentes de EE.UU., es algo tradicional (que, desde luego, es envidiable). Pero no es específico de Obama.
Por otro lado, si realmente fuera tan religioso, entonces sabría que la Vida es el bien más importante que existe, y que es sagrada. Y estaría a favor de la vida, y no del aborto. En cambio, una de sus primeras medidas nada más subir al poder ha sido despenalizar el aborto, como está haciendo aquí Zapatero.
Eso no me parece muy coherente.

Fdo. Inés

Anónimo dijo...

Bueno, no, eso no es correcto Inés. Vamos a ver. Obama lo que ha hecho no es despenalizar el aborto eh. Lo que ha hecho es derogar una normativa implantada por Bush por la cual las distintas ONGs que impulsaban el aborto dejaban de recibir subvenciones públicas.
El aborto está despenalizado en EEUU desde los 70, lo que ocurre es que con Bush quien quería abortar debía pagar mucho por hacerlo en clínica privada. Ahora Obama ha permitido que las clases más humildes, que son las que a veces tienen más razones para abortar, puedan tener acceso al aborto si quieren porque recibirán cierta subvención que abarate. Pero no es como en España que es gratis y bajo cualquier supuesto. En EEUU hay que pagar si quieres abortar y además siempre bajo los supuestos de malformación del feto, violación o riesgo para la madre.

En ese sentido creo que lo ha hecho Obama simplemente es que si los más humildes quieren abortar tengan menos objeciones para hacerlo. Por contra Obama se define como un gran defensor de la vida, y en un debate político se mostró personalmente en contra del aborto o de la homosexualidad, pero respestuoso con ello. Y eso no es ser hipócrita porque aunque permita libertad, que creo que siempre es positiva la libertad para casi cualquier tema, no deja de ser menos cierto que va a mantener nos fondos de Bush para la educación sexual y continuará subvencionando de igual manera a las ONGs provida.

Dicho esto estoy a favor de la medida aún cuando soy muy contrario al aborto. Creo que la Iglesia no debe imponer, sino que debe educar. Ójala en España el aborto siguiera restringido a 3 supuestos y no se financiara gratuitamente por el Estado. Y ójala en España hubiera más educación sexual y ójala en España se subvencionaran también a la organizaciones provida.

Pue eso, que apoyo a Obama en su medida, la entiendo y la comparto. Un saludo

Anónimo dijo...

Vamos a ver, Xisco. Creo que hay varias cosas que debemos aclarar.

En primer lugar, subvencionar las ONGs que impulsan el aborto es lo mismo que incentivar el aborto. Con ello, lo que se busca es promoverlo, difundirlo, extenderlo... Por favor, no seamos ingenuos. Obama no subvenciona esas ONGs con buena intención, porque piensa que así es más igualitario y deja más libertad a las personas. Obama es un político, no lo olvidemos.

Y aún en el supuesto caso de que lo hiciera con buena intención, sigue haciendo mal. Pues cuando hablamos del aborto, no estamos hablando de un simple debate político de asuntos de menor importancia. Cuando hablamos del aborto, estamos hablando de algo extremadamente grave. De violación de derechos humanos. Estamos hablando del asesinato masivo de niños inocentes. De un auténtico genocidio. Por lo tanto, NO es lo mismo apoyar el aborto que no apoyarlo. No son dos opciones igualmente válidas. ¿Qué diríamos si Obama estuviera subvencionando asociaciones pro-nazis, o cuyo fin fuera el exterminio de un pueblo? No creo que nos pareciera correcto, ¿verdad? Pues no hay ninguna diferencia entre eso y subvencionar el aborto. O, mejor dicho, sí la hay: el niño abortado ni siquiera tiene la posibilidad de huir, de salir corriendo. Es asesinado en el mismo vientre de su madre.

En segundo lugar, me resulta incomprensible tu frase "las clases más humildes, que a veces son las que tienen más razones para abortar". ¿Qué quiere decir eso? ¿Qué un hijo supone tal carga económica a la familia, que ésta tiene derecho a matarlo para librase de esos problemas económicos que podrían derivarse de criar a un hijo? Estamos hablando de una vida humana. ¿Acaso una familia numerosa y de recursos limitados tendría derecho a matar a uno de los hijos, para así librarse de esa carga económica, y vivir más holgadamente? No, ¿verdad? Pues no olvidemos que la vida humana empieza en el momento de la concepción, y que por lo tanto es igual de grave matar al niño en el vientre de su madre que fuera, independientemente de la economía de la familia. Lo que deberían hacer Obama y demás políticos es dar ayudas a las embarazadas con recursos limitados para que puedan criar a su hijo, no pagarles un aborto. Además, siempre está la posibilidad de dar al niño en adopción, si la madre no se ve capaz de criarlo. ¿Por qué los políticos no fomentan la adopción de estos niños?

En tercer lugar, el aborto es absolutamente malo en todos los casos. Lo que se aborta, lo que se asesina, es una vida humana. Un niño inocente. Por tanto, ninguno de los tres famosos supuestos es válido. Veamos. Éstos son: malformación del feto, violación o riesgo para la madre. ¿Del primero lo que se deriva es que la vida de una persona con malformaciones físicas o psicológicas es menos válida que la de una persona sana? ¿Que es, digamos, de segunda categoría, y que por tanto se le puede asesinar impunemente? En cuanto al supuesto de violación, sabemos que en muy poquísimos casos ocurre un embarazo tras una violación. Y aún cuando esto ocurre, sigue tratándose de una vida humana inocente, que no tiene la culpa de que su padre sea un desgraciado, y que tiene el mismo derecho a vivir que cualquier otra persona. Finalmente, en cuanto al riesgo para la salud de la madre, sabemos que la mayoría de los abortos que se hacían hasta ahora en España (desde ahora, ya no habrá necesidad de recurrir a esto) se hacían bajo el amparo de este supuesto. Bajo la artimaña de que había un riesgo psicológico para la madre. Y sabemos que la gran mayoría de las veces, los análisis psicológicos y los certificados los hacían psicólogos que tenían un pacto económico con las clínicas abortistas, si no eran directamente sus dueños. Y por lo tanto, esos informes eran en su mayoría totalmente falsos. Un mero trámite que había que pasar, y que se falseaba. Por otro lado, ¿por qué nadie habla de las secuelas psicológicas que deja siempre un aborto en las madres, secuelas que durarán toda la vida? ¿Por qué nadie advierte a las mujeres que van a abortar de esas secuelas? Se habla mucho del supuesto riesgo psicológico para la madre si tiene al niño, pero no de las secuelas que va a tener con total seguridad si lo aborta.

El aborto no es más que un auténtico y monumental negocio. Un negocio basado en el asesinato de miles de vidas humanas. Y por tanto, es intrínsecamente malo en todos los casos y supuestos. Y por tanto, cualquier político que subvencione ese negocio, está colaborando en el asesinato de miles de personas. Y finalmente, por tanto, cualquier político que haga eso, NO defiende la vida, sino que la destruye. Obama podrá autotitularse gran defensor de la vida. Pero son sus actos los que hablan, es a ellos a los que debemos hacer caso, no a sus palabras. Obama es un político, no lo olvidemos. Y como todos los políticos, quiere contentar a todos, para ganar votos. Por tanto, no hay que hacer caso a lo que dice, sino a lo que hace. Y lo que hace es promocionar el aborto.

En cuanto a tu frase "creo que la Iglesia no debe imponer, sino que debe educar", muy bien, estoy de acuerdo. Pero, ¿qué tiene que ver eso con Obama? Y por otro lado, la Iglesia no está imponiendo nada aquí en España, simplemente está dando su postura. ¿O acaso no tiene derecho a hablar, como lo hace el Gobierno, o como lo puede hacer cualquier ciudadano? Parece que molesta cuando la Iglesia habla en contra del aborto. Por algo será. La Iglesia, y cualquier católico, están en su pleno derecho de actuar cuando se trata de evitar que ese genocidio que es el aborto se difunda todavía más. Es más, tiene el DEBER de denunciar toda ley injusta que promueva la violación de los derechos humanos, y en especial el asesinato de miles de personas. Un saludo.

Anónimo dijo...

(Fdo. Inés)

Unknown dijo...

Vamos a ver, que me siento indirectamente aludido.

Bueno, en primer lugar me gustaría aclarar que este es un debate entre amigos, que nadie piense que es una discusión poco amistosa.

En segundo lugar, por si transmito dudas, me quiero posicionar en contra del aborto, pero no tajantemente porque creo que la radicalidad no es buena.

Yo pienso que el aborto es una aberración, una conducta deplorable, pero opino así mismo que una persona que aborte no debe ir a prisión y defiendo que se despenalice en algunos supuestos. Despenalizar significa que sigue siendo un crimen, pero que no tiene consecuencias penales. Me parece correcto ¿Por qué? Porque abortar es siempre un drama, aún cuando te sometes voluntariamente al tratamiento. Demasiado daño es abortar para una madre. Tal vez las condiciones o la inmadurez le obliguen a ello, y en la mayoría de los casos, como nombras, pasa factura psicológica en unos años. En un aborto sinceramente creo que es víctima tanto la madre como el hijo (también el padre y el entorno familiar).
En este aspecto, resumiendo, un aborto no me parece un crimen malintencionado y exacerbado de la madre hacia el bebé, sino un drama de drásticas consecuencias.


Ahora bien, con eso no defiendo libertad de aborto, sino que lo comprendo en algunos casos como son violación, malformación del feto y riesgo REAL para la madre. Consabido es que estos supuestos se corrompen para adaptarlos a cualquier situación, por ello creo que se necesitaría una mayor supervisión técnica y psicológica.

Estos tres supuestos casos que menciono los apoyo por su gravedad. Porque en un embarazo la madre también tiene derecho a posicionarse. No hay solo que cuidar al niño, también a la madre.

Si la madre ha sido traumáticamente violada tener ese hijo le puede recordar día tras día un suceso que le ha marcado para siempre. Y ese hijo fruto de una violación no es algo deseado, no es fruto del amor, es fruto de la violencia y la indefensión.

Si el feto puede sufrir una malformación hay familias que psicológicamente no pueden asumirlo. Hay que ser muy fuerte para criar un hijo que viene con una enfermedad por la que no va a llegar a los 3 años de vida, por ejemplo. Cuando hablo de malformación hablo de sucesos objetivamente siniestros, no de una criatura con síndrome de Down o ciega. Hablo de una existencia que puede ser tan tortuosa para el niño como para la familia.

Y el último supuesto es riesgo para la madre. El principal el riesgo físico. Una madre no se puede ver por ley obligada a morir por tener un hijo, porque además dejarla morir redundaría en mayor vacío para el hijo y el resto de la familia, porque todo hijo tiene derecho a tener una madre. El problema está cuando se atañe al riesgo psicológico, ahí se hacen muchas trampas. Pero es que hay veces que el riesgo psicológico es real. Por ejemplo, si te quedas embarazada con 14 años de un chico voluntariamente pero que luego pasa del tema y que tus padres te dan la espalda, no puedes por ley verte obligada a tener a ese hijo.

Desde la Iglesia y desde el Estado lo que hay que hacer es educar antes y después. Antes con una educación sexual sana y responsable. En medio acompañar a la madre, darle posibles soluciones, convencerle de que puede dar el niño en adopción, y si decide abortar y de verdad tiene motivos razonables, pues apoyarla. Y después hay que hacer un acompañamiento, sobre todo de la que aborta, porque el duelo saldrá, con la madurez saldrá, y necesitará de la compañía psicológica y espiritual.


Respecto a Obama. Pues quizás es que estoy muy enamorado de él y solo veo virtudes (te recomiendo que visites mi blog personal para que leas muchos más posts que he publicado de él) pero creo que es el mejor presidente actualmente.
En primer lugar aclarar que es demócrata, que viene a ser la izquierda en Estados Unidos (aunque en la práctica son más derecha que el PP en muchos aspectos). Siendo demócrata estaba obligado a ampliar derechos al aborto. Así de claro, estaba obligado. Y por cierto, lo único que ha aprobado es que las ONGs pro aborto, como las pro vida, puedan tener acceso a subvenciones públicas. Eso no quiere decir como he leído que se libere el aborto porque la legislación sobre el aborto, como por ejemplo la legislación sobre homosexualidad o sobre la pena de muerte, son competencias propias de cada estado. Así las cosas en Arizona está aprobada la pena de muerte pero se prohíbe las uniones homosexuales y hay una gran restricción con respecto al aborto, donde es un juez quien decide si la madre tiene motivos fundados para poder abortar.
Lo que ha hecho Obama me parece correcto, lo que debía hacer y lo que se esperaba. Por ello no es ningún hipócrita porque estaba en el guión. Dentro de la política me parece un hombre coherente y sabio. Tengo que recordar que aquí en España, el PP que tanto se opone al aborto, no hizo nada para quitarlo cuando gobernó o para restringirlo. Eso es más hipócrita.

En relación a tu último comentario, estoy de acuerdo y por supuesto la Iglesia tiene el derecho de expresarse. Pero la forma de hacerlo creo que no es la conveniente, al menos en el caso del aborto con la nueva campaña. Como estudiante de publicidad me parece un desastre de campaña que solo despierta burlas y críticas por su tono demagógico. Creo que el mensaje podía haber sido otro cuando el fondo fuera el mismo pero no entrar en odiosas comparaciones y confrontaciones directas con el Estado. La Iglesia, hay que reconocerlo, está en la cuerda floja y todo lo que sea levantar polémica creo que está de más. La Iglesia debe comunicarse con la sociedad desde la base, no desde las altas esferas. El defensor del mensaje de la Iglesia no debe ser Rouco sobre todo sino el párroco del más humilde pueblo. La forma de transmitirse no deben ser campañas publicitarias millonarias que estarían mejor invertidas en ayudar a la sociedad en estos tiempos de criris, sino que debe transmitirse el mensaje de manera personal, empática, en homilías, en catequésis, en conferencias, en visitas a colegios. Porque la Iglesia se hace grande cuando se hace humilde, y cuando busca destacar solo destaca para muchos por la polémica, la insolencia e incluso la soberbia. Y quienes creen en esa visión de la Iglesia la extienden, y cada día son más los que se oponen a la jerarquía, y en el futuro sus hijos seguirán igual. Cuanto menos malestar cree la Iglesia, mejor.

Dicho esto, que creo que no he tenido ningún orden y solo he soltado una retahila de pensamiento, te agradezco mucho este entretenido debate y animo a que tu otros sigáis cultivándolo. Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Mira, Xisco, me vas a perdonar que siga con el tema. Pero creo que estás muy equivocado en varias cosas.

Por cierto, gracias por aclarar que esto es una discusión entre amigos. :-)

En primer lugar, nadie está diciendo que las mujeres que abortan deban ir a la cárcel. Absolutamente nadie. Creo que eso está fuera de duda. Estar absolutamente en contra del aborto no es lo mismo que defender que esas mujeres deban ser penalizadas. En todo caso, deberían serlo los que hacen negocio con el aborto.

En segundo lugar, por supuesto que las primeras vístimas del aborto, después del niño, son las madres. Creo que eso ha quedado más o menos claro cuando hablaba de las secuelas psicológicas que deja el aborto. Precisamente por ello, porque ellas son las grandes víctimas, hay que apoyarlas y darles alternativas para que no aborten.

Sigo estando en contra de los tres supuestos. Se trata de una vida humana, es una vida humana lo que está en juego. Y eso está muy por encima del daño que pueda causar a nadie. Porque, además, tener un hijo es algo precioso, no es ningún trauma. Las mujeres que han escapado al aborto, y en el último momento han decidido tener a su hijo, lo dicen. Ellas, que pensaban que no tenían futuro, que el niño les iba a suponer un gran problema, al final están tan felices de tener a su hijo, y dan las gracias una y otra vez porque hubo alguien que les convenció en el último momento de que no abortaran. Muchas de ellas, incluso, colaboran ahora en asociaciones pro-vida, contando su propia experiencia. Así como otras mujeres que sí abortaron, y que siguen sufriendo las secuelas.
La vida humana es sagrada y digna en todos los casos, no según la convenciencia de los padres.

En cuanto a Obama, no sé si habrás oído hablar del famoso Freedom Of Choice Act, o Ley de Libertad de Elección. Esta ley está pendiente de ser aprobada por el Congreso de EE. UU., y Obama es uno de sus principales promotores. Establece que cada mujer tiene "derecho fundamental" al aborto, y ningún gobierno (federal, estatal o local) puede denegar o interferir con este derecho. Más aún, ningún
gobierno puede "discriminar" contra el ejercicio de este derecho al regular u ofrecer
"beneficios, facilidades, servicios o información" al público. Es decir, de dicha ley se desprendería: la eliminación de las leyes que protegen a las mujeres de las clínicas de aborto no seguras y que garantizan que estén informadas acerca del aborto, la obligación por parte de los contribuyentes a financiar abortos, la exigencia a todos los estados de permitir el aborto incluso hasta en el último trimestre de embarazo, la posibilidad de que personal no médico realice abortos, la eliminación del derecho a la objeción de conciencia de enfermeros, médicos y
hospitales y la eliminación del derecho de los padres a participar en la decisión de hijas
menores de edad que quieran abortar. Es decir, exactamente lo mismo que se está haciendo en España. Es decir, despenalizar totalmente el aborto. Y fomentarlo, incluso imponerlo por ley.

Eso es lo que apoya Barack Obama. Y el hecho de que durante toda la campaña electoral dejara claro que eso es lo que iba a apoyar, que "lo primero que haría como presidente sería firmar la Freedom of Choice Act" (son palabras literales) no justifica que lo haga. El hecho de que no sea ninguna sorpresa no hace que sea menos malo.

En cuanto a la Iglesia en España. La Iglesia no está 'levantando polémica'. Está ejerciendo su derecho a hablar en contra de una ley injusta que pretende implantar el Gobierno. Tener una opinión contraria al Gobierno de turno no es generar polémica, es vivir en un país democrático. ¿O acaso va a resultar ahora que los que no opinamos como el Gobierno tenemos que callarnos? Eso no es democracia, eso es totalitarismo.

Creo que la Iglesia puede y debe llevar a cabo una campaña publicitaria voluminosa cuando se trata de un asunto tan grave. Un asunto que afecta a toda la sociedad, no sólo a los católicos. Si hiciera las cosas a la chita callando, el mensaje no llegaría a nadie, sólo a los beatones, y esto es algo que afecta a la sociedad entera. No entiendo por qué el Gobierno puede hacer campaña a bombo y platillo a favor del aborto, y la Iglesia no puede pronunciarse en contra. ¿Por qué ha de quedarse callada? Los que no piensen igual, que ignoren su campaña y ya está. No entiendo cuál es el problema. Lo que pasa es que a muchos les remuerde la conciencia cuando oyen lo que la Iglesia tiene que decir. Eso es lo que le pasa al Gobierno, y a mucha gente, y por eso quieren callarla.

Por último, recordarte que la Iglesia somos todos los católicos. No sólo Rouco y compañía. Por tanto, no entiendo a los católicos que hablan 'de la Iglesia' como si ésta fuera algo ajeno a ellos. Y advierto que cuando el Gobierno, las asociaciones de laicos y los ateos recalcitrantes hablan en contra de la Iglesia, no lo hacen pensando solamente en la Conferencia Episcopal, sino en todos los cristianos. También en ti y en mí. El odio no es sólo contra Rouco, es también contra nosotros, que somos Iglesia igual que él. Así que me parece que deberíamos tener esto muy claro, porque ya sabes el dicho "Divide y vencerás", y eso es lo que se han propuesto los anticristianos. Y la pena es que en algunos casos parece que lo están consiguiendo.

Un beso. Y a ver si alguien más se anima, y esto deja de ser un tête a tête.

Anónimo dijo...

(Otra vez se ma ha olvidado firmar... Soy Inés)

Unknown dijo...

Estaba dejando tiempo para que alguien más se animara a comentar pero veo que no lo hacen así que me lanzo.

Bueno, son muchísimas cosas que comentar pero la mayoría voy a ignorarlas. Me voy a centrar en Obama.

Jamás un presidente puede gobernar al gusto de todos, pero a grandes rasgos, por la ilusión que ha despertado, por la movilización de masas, por la esperanza y el cambio que representa, por las gestiones que está haciendo sobre todo en materia económica y de defensa, creo que de momento Obama está siendo un magnífico presidente. ¿Que ha facilitado el aborto? Bueno, pero eso no es extraño. Obama es demócrata y estaba obligado a hacerlo después de la restrictiva ley que impuso Bush. Realmente Obama no ha cambiado nada, sino que ha recuperado la ley anterior de Clinton en materia abortista. ¿Imaginas que ZP cuando llegó al gobierno hubiera endurecido el aborto? No, porque no le tocaba por ser del PSOE. Pero es que cuando gobernó el PP tampoco cambió nada. Decir que Obama es hipócrita por dar algunas facilidades al aborto es muy temerario, porque no podía hacer otra cosa.

Y respecto al aborto en general, el problema está en que mucha gente no ve el embarazo como un gesto de amor, como algo positivo. Y si se le prohíbe abortar a una mujer que no quiere tener hijos, ¿qué futuro le queda a ese niño, sin amor de madre?. Aún así estoy de acuerdo en que hay que defenderlo y la madre ahí no tiene derecho a quitar una vida. Porque la irresponsabilidad tiene sus consecuencias, así que no se puede ir de libertino por la vida. Ya aprenderá a quererlo, porque estoy seguro que ninguna madre tiene tal corazón de piedra como para rechazar a un hijo una vez que nace.

Sin embargo una vida en ningún momento debe truncar la otra, y eso creo que es en el doble sentido. Y de ahí no me bajo. Una madre no puede por egoísmo arrancar de la vida a su hijo, pero un hijo no puede arrancar de la vida a su madre. Por lo tanto en el supuesto de que la madre pueda morir en el parto, soy total defensor del aborto.

...en los demás supuestos pues podría negociar. En el caso de violación, pues sería una prueba de amor muy grande que una chica pudiera concebir ese hijo. Desde luego habría que intentar convencerle en que lo tenga, en que no puede haber más víctimas de ese cruel acto, en que ese hijo puede ser amable (lo puede amar). Pero si realmente el trastorno que le podría causar es muy grande, no vería atroz que abortara.

En el supuesto de malformación del feto... pues me cambio de bando, creo que tienes razón y que toda vida es digna, por deforme, enferma o corta que sea.

Y en el supuesto de riesgo psicológico para la madre... pues creo que aquí entran un gran abanico de opciones. En la mayoría también me muestro en contra del aborto, pero hay casos tan macabros o tan especiales que humanamente entiendo a la madre.

Y es que en general el debate del aborto es un debate entre quién tiene más derechos ¿el hijo o la madre? Yo creo que tienen los mismos derechos, pero en casos extremos, especialmente la madre.
Reconozco que mi opinión puede variar salvo en el supuesto de riesgo de muerte para la madre, en ese caso si uno de los dos tiene que morir y otro sobrevivir, sintiéndolo mucho, que viva la madre, porque puede seguir dando vida, o no arruinar la familia que ya tiene con su ausencia.

¡Que alguien más se anime al debate!

Anónimo dijo...

Bueno, yo ya he dicho cuáles son mis ideas respecto a todo esto, así que no voy a repetirlas.

Sólo que con respecto a quién tiene más derechos, estamos de acuerdo en que ambos (madre e hijo). Y precisamente por eso, el niño tiene el mismo derecho a vivir que la madre. Su vida es digna en cualquier circunstancia. Y por eso estoy en contra del aborto en todos los casos.

Otra cosa es el caso extremadamente grave que mencionas de peligro grave de muerte para la madre si sigue adelante con el embarazo. Ése es el único caso en el que la cosa realmente se pone difícil. Ahí la madre tiene que elegir. Algunas han decidido seguir adelante. Unas murieron por salvar a su hijo; otras finalmente no, y salieron adelante ambos. Nunca se sabe. Reconozco que es una situación muy complicada.

En todo lo demás, creo que la dignidad de la vida del no nacido está por encima de cualquier otra cosa. Incluido el riesgo psicológico para la madre. Porque quizá tener el niño le suponga algún problema de este tipo. Pero es que abortarlo le va a suponer muchísimos más problemas de índole psicológica y moral. Además de peligros físicos. Porque siempre nos olvidamos del riesgo físico real que supone para una mujer el aborto. A muchas mujeres les han quedado secuelas físicas importantes, desde dificultad para llevar un embarazo a término en el futuro (es decir, abortos naturales) a perforaciones en el útero etc, e incluso la muerte en algunos casos. Pero todo eso se trata de ocultar por parte de las clínicas abortistas, y es desconocido para el gran público. Estas clínicas no advierten a a mujer de los peligros físicos que conlleva someterse a un aborto, pero sí les hacen firmar un documento antes de la intervención para lavarse las manos en caso de que la mujer salga con secuelas o problemas graves. Tenemos numerosos testimonios de esto, incluso hay varios libros publicados.

En fin. Se trata de un asunto realmente complicado. Aunque creo que ya hemos abordado todos los casos abordables. :-) Saludos.


Fdo. Inés

Anónimo dijo...

NO DUDO DE LA FE DEL SEÑOR OBAMA PERO QUE TRISTEZA TAN INFINITA CUANDO DIJO QUE AUTORIZABA LOS EXPERIMENTOS CON EMBRIONES POR DIOS ESO ES ASESINATO AQUI Y EN CAFARNAUN POR DIOS UNA PERSONA QUE PIENSA QUE DESDE EL PRIMER INSTANTE DE VIDA DE UN SER HUMANO HIJO DE DIOS CREADO A SU IMAGEN Y SEMEJANZA, SEA ASESINADO NO NO PUEDE Y LOS CATOLICOS NO PODEMOS ACEPTAR ESTA CLASE DE LEGALIZACIONES. SOY CATOLICA Y SOY DE LA COMUNIDAD VERBUM DEI Y LA PALABRA DE DIOS SE HA IDO POCO A POCO ENCARNANDO EN MI VIDA LA VIDA ES PRECIOSO Y SOLO DIOS TIENE DERECHO SOBRE ELLA. OREMOS PUES MUCHO.